martes, 17 de enero de 2017

LOS POSMODERNOS

LOS POSMODERNOS


A diferencia de las generaciones precedentes, que creían en las utopías y en el desarrollo social, los pensadores posmodernos defienden que la posibilidad de progreso sólo es individual. Los ideales, en la posmodernidad, son reemplazados por el consumo, mientras que los grandes líderes ceden su lugar a figuras que gozan de una fama breve.
Otra característica del mundo posmoderno es que privilegia las formas sobre el contenido. En otras palabras: importa más cómo se transmite un mensaje y qué efectos provoca que el mensaje en sí mismo.
En la posmodernidad, por otra parte, también se minimiza la importancia del pasado e incluso del futuro, por lo que sólo se le otorga relevancia al presente (que, por otra parte, es efímero).
Con respecto a la religión y lo espiritual, pierden importancia ante la valorización del cuerpo como instrumento de libertad y fuente de placer.

El pensamiento posmoderno se caracteriza por ser antidualista, ya que sus seguidores se oponen al resultado de los dualismos creados por la filosofía occidental, los cuales colaboraron con una menor apertura del pensamiento. Además, la posmodernidad está a favor de la diversidad y el pluralismo, y busca satisfacer las necesidades de aquellos individuos o grupos que han sufrido opresión y marginalidad a causa de las ideologías del modernismo y las estructuras sociales y políticas que les sirvieron de apoyo.
Otro de los rasgos de la posmodernidad es el cuestionamiento de los textos (tanto los literarios como los históricos, entre otras clases de fuentes escritas), actitud que justifica con su supuesta carencia de objetividad o autoridad para comunicar con precisión los hechos que realmente tuvieron lugar. En otras palabras, el pensamiento posmoderno denuncia dichos libros de tergiversar la verdad en con el propósito de reflejar las ideas personales y los prejuicios de sus autores.

Para los pesadores de la posmodernidad, el lenguaje es la clave de la verdad: dado que el lenguaje cumple la importante función de moldear el pensamiento de los seres humanos, no es posible concebir la existencia del último sin el primero. Continuando con el concepto de verdad, los posmodernistas la consideran contextual o variable según el punto de vista, en lugar de una cosa universal e incuestionable. Las personas no podemos acceder a la realidad, sino a la percepción que de ella tenemos.
Desde un punto de vista historicosocial, la posmodernidad se caracteriza por:
* asegurar que las ciencias modernas están limitadas con respecto a su capacidad de generar conocimiento válido universalmente;
* la economía de producción dio lugar a la del consumo;
* revalorizar la naturaleza y promover el cuidado del medio ambiente;
* el poder que adquirieron la industria del consumo y los medios de comunicación masivos;
* la importancia que cobró la imagen de los líderes por encima de sus ideologías.
Desde una perspectiva sociopsicológica, en cambio, puede decirse que la posmodernidad:
* busca lo inmediato;
* se contradice en la búsqueda de la individualidad, ya que la lleva a cabo siguiendo modas sociales;
* defiende la liberación personal;
* justifica los sucesos con el misticismo.



LA ESCUELA DE FRANKFURT

LA ESCUELA DE FRANKFURT


Se conoce como Escuela de Fráncfort1 (o Escuela de Frankfurt) a un grupo de investigadores que se adherían a las teorías de Hegel, Marx y Freud y cuyo centro estaba constituido en el Instituto de Investigación Social, inaugurado en 1923 en Fráncfort del Meno. También se les considera representantes de la teoría crítica que allí se fundó.
El núcleo de la teoría crítica de la escuela de Fráncfort es la discusión crítico ideológica de las condiciones sociales e históricas en las que ocurre la construcción de teoría y la (así mediada) crítica de esas condiciones sociales. La relación resulta de la pretensión de conceptualizar teóricamente la totalidad de las condiciones sociales y la necesidad de su cambio. En la concepción de la escuela de Fráncfort la teoría se entiende como una forma.
La denominación ''teoría crítica'' se remonta al título del ensayo programático Teoría tradicional y teoría crítica (Traditionelle und kritische Theorie) de Max Horkheimer del año 1937. Se considera la obra principal de esta escuela la colección de ensayos Dialéctica de la ilustración (Dialektik der Aufklärung), compilada y editada conjuntamente por Horkheimer y Theodor W. Adorno entre 1944 y 1947.

Los frankfurtianos entienden por teoría tradicional aquella que considera que la ciencia es un saber objetivo y neutral, guiado por la búsqueda desinteresada de la verdad. Tal es la posición del positivismo. Sin embargo, según los de la escuela, la posición positivista es una ideología al servicio del poder establecido y legitima las distintas formas de dominación del ser humano. La razón positivista, la teoría tradicional es considerada una razón instrumental que se centra en los medios y no en los fines, convirtiendo al ser humano en un medio. 


    La teoría crítica, por el contrario, considera que la razón ha de ser crítica frente a todo tipo de ideología manipuladora y alienante, que pretendiendo dominar la naturaleza ha terminado dominando al ser humano, tal y como se observa en el surgimiento de los totalitarismos. El objetivo de la teoría crítica es fundamentalmente emancipador: la razón debe liberar al ser humano, no esclavizarlo. Su meta es una sociedad más justa y para ello es necesario aunar teoría y praxis. El análisis de la sociedad requiere una perspectiva interdisciplinar

    2.3. ANÁLISIS CRÍTICO DEL MARXISMO.
    Los frankfurtianos critican diversos aspectos de las predicciones de Marx. En primer lugar: al considerar que el proletariado ya no podía ser una clase revolucionaria que transformara la sociedad alienante capitalista porque dicho sistema había conseguido aburguesarlo, integrarlo en el sistema de consumo creciente. En segundo lugar, los de la escuela creían que el colapso del capitalismo del que habló Marx, no se produciría porque las crisis económicas podrían evitarse mediante la intervención política y económica. En tercer lugar, Marx creía que una sociedad justa haría a los seres humanos más libres. Horkheimer, por el contrario, manifiesta que a mayor libertad, menor justicia y viceversa. A mayor libertad, mayor peligro de abuso y totalitarismo. A mayor justicia, más represión y vuelta al totalitarismo.



EL EXISTENCIALISMO

EL EXISTENCIALISMO


El Existencialismo es una corriente filosófica que tuvo su origen en el siglo XIX y se prolongó aproximadamente hasta la segunda mitad del siglo XX. Los filósofos existencialistas se centraron en el análisis de la condición humana, la libertad y la responsabilidad individual, las emociones, así como el significado de la vida.
No se trata de una escuela filosófica homogénea ni sistematizada, y sus seguidores se caracterizan principalmente por sus reacciones contra la filosofía tradicional. Actualmente se consideran tres tipos de "escuelas" existencialistas: el existencialismo cristiano, el existencialismo agnóstico y el existencialismo ateo.

El existencialismo, de acuerdo a Jean-Paul Sartre, dice que en la naturaleza humana la existencia precede a la esencia (lo que para algunos es un ataque a dogmas religiosos), pensamiento iniciado por Aristóteles, concretado por Hegel (Fenomenología del Espíritu: 'Si es cierto que el embrión es en sí un ser humano, no lo es, sin embargo, para sí; para sí el ser humano sólo lo es en cuanto a razón cultivada que se ha hecho a sí misma lo que es en sí. En esto y solamente en esto reside su realidad'), y proseguido en Sartre, quien indica que los seres humanos primero existimos y luego adquirimos esencia; es decir, sólo existimos y, mientras vivimos, vamos aprendiendo de los demás humanos que han inventado cosas abstractas; desde Dios hasta la existencia de una esencia humana previa, el humano, entiende Sartre, se libera en cuanto se realiza libremente y esa es su esencia, su esencia parte desde sí para-sí.

Tres escuelas de existencialismo

En términos de la existencia e importancia de Dios, hay tres escuelas de pensamiento existencialista: el existencialismo ateo (representado por Sartre), el existencialismo cristiano (Kierkegaard, Dostoievski, Unamuno o Gabriel Marcel) y el agnóstico (Camus, Heidegger). Esta última propone que la existencia o la inexistencia de Dios es una cuestión irrelevante para la existencia humana: Dios puede o no existir. El problema, tan sólo por tener una idea firme, no soluciona los problemas metafísicos del hombre.
Heidegger se distancia expresamente de Sartre en su Carta sobre el humanismo. Buytendijk, psicólogo cercano a Heidegger, admite ser existencialista. Merleau-Ponty es gran representante de la corriente, aunque manteniendo más nexos con la fenomenología de Husserl. Martin Buber, por su parte, representa a una corriente de existencialismo judío muy influida por el hasidismo. Mientras que Gabriel Marcel y Jacques Maritain son encuadrables en un "existencialismo cristiano" no tanto de línea kierkegaardiana sino más bien jasperiana/mounierista (filosofía de la existencia y personalismo).

LA FENOMENOLOGIA

LA FENOMENOLOGIA



La fenomenología es una corriente filosófica, muy amplia y diversa, por lo que difícilmente valdrá una sola definición para todas sus vertientes. Sin embargo, es posible caracterizarla como un movimiento filosófico que llama a resolver todos los problemas filosóficos apelando a la experiencia intuitiva o evidente, que es aquella en la que las cosas se muestran de la manera más originaria o patente. Por eso las diferentes vertientes de la fenomenología suelen discutir constantemente sobre qué tipo de experiencia es relevante para la filosofía y sobre cómo acceder a ella. De ahí también que todas ellas se suelan apropiar del lema "¡A las cosas mismas!", que aplica en realidad para todo conocimiento científico en tanto que conocimiento que apela a la experiencia evidente.

;Fenomenología :La fenomenología de Edmund Husserl puede comprenderse como un método y un 'modo de ver'. El método, se construye tras la depuración del psicologismo. Resulta necesario mostrar que las leyes lógicas son lógicas puras y no empíricas, trascendentales o procedentes de un supuesto mundo inteligible de naturaleza metafísica. Es preciso también, desde este enfoque, mostrar qué ciertas operaciones como la abstracción o el jucio no son actos empíricos sino de naturaleza intencional. Esta conciencia, no aprehende los objetos del mundo naturales como tales objetos ni consituye lo dado en cuanto objeto de conocimiento: aprende puras significaciones en cuanto son simplemente dadas y tal como son dadas. Dicha depuración se lleva a cabo a través del método fenomenológico.

EL PRAGMATISMO

EL PRAGMATISMO


El pragmatismo es una corriente filosófica creada a finales del siglo XIX por Charles Sanders Peirce, John Dewey y William James. El pragmatismo supone que los objetos han de ser comprendidos por su función práctica por lo que rechaza los conceptos humanos y el intelecto humano que manifiestan el significado real de las cosas.

El pragmatismo valora la insistencia en las consecuencias como manera de caracterizar la verdad o significado de las cosas. El pragmatismo se opone a la visión de que los conceptos humanos y el intelecto representan el significado real de las cosas, y por lo tanto se contrapone a las escuelas filosóficas del formalismo y el racionalismo. También el pragmatismo sostiene que solo en el debate entre organismos dotados de inteligencia y con el ambiente que los rodea es donde las teorías y datos adquieren su significado. Rechaza la existencia de verdades absolutas, las ideas son provisionales y están sujetas al cambio, a la luz de la investigación futura.
El pragmatismo, como corriente filosófica, se divide e interpreta de muchas formas, lo que ha dado lugar a ideas opuestas entre sí que dicen pertenecer a la idea original de lo que es el pragmatismo. Un ejemplo de esto es la noción de practicidad: determinados pragmáticos se oponen a la practicidad y otros interpretan que la practicidad deriva del pragmatismo. Esta división surge de las nociones elementales del término pragmatismo y su utilización. Básicamente se puede decir que, ya que el pragmatismo se basa en establecer un significado a las cosas a través de las consecuencias, se basa en juicios a posterioridad y evita todo prejuicio. Lo que se considere práctico o no, depende del considerar la relación entre utilidad y practicidad.
Una mala comprensión del pragmatismo da lugar a generar prejuicios cuando es todo lo contrario. En política se suele hablar de pragmatismo cuando en verdad el pragmatismo político se basa en prejuicios y apenas observa las consecuencias que no encajen con los prejuicios de base, que es muchas veces lo opuesto al sentido original del pragmatismo filosófico.
Para los pragmatistas, la verdad y la bondad deben ser medidas de acuerdo con el éxito que tengan en la práctica. En otras palabras, el pragmatismo se basa en la utilidad, siendo la utilidad la base de todo significado.
Además hay otro autor del pragmatismo que se llama George H. Mead que introduce dos conceptos a esta corriente filosófica:
- "Self" (si mismo"): la capacidad que tiene uno mismo de verse desde fuera, de hacernos una idea de como nosotros actuamos o que efectos podemos repercutir por encima de otras personas. El proceso de construcción del "Self" sería: primero nos imaginamos como somos delante de los otros, después que opinión creemos que tienen los demás de nosotros. Y por último el desarrollo de un sentimiento de nuestra persona.
- "Otro Generalizado": imágenes e ideas de como son los otros; generalizaciones que organizan el "self" de los otros que recogemos por etiquetarnos a nosotros y a otros.

EL VIATLISMO

EL VITALISMO


El término vitalismo consta de dos definiciones posibles. Por un lado, sería la doctrina filosófica, actualmente rechazada, que postularía que los organismos vivos se caracterizan por poseer una fuerza o impulso vital que los diferencia de forma fundamental de las cosas inanimadas.

La filosofía vitalista tiene como primera distinción de las filosofías tradicionales entender la realidad como proceso. Sin hacer metafísica tratan del ser en devenir, es decir, son herederos de Heráclito. En lo antropológico la libertad es no sólo característica de la voluntad, sino esencia del ser hombre. Además se abandona el concepto tradicional de razón (abstracta, especulativa o científica) para considerar la razón como vital o histórica.
El vitalismo marchará paralelo a otra corriente filosófica que coincide con él en estas características y en la crítica a las filosofías predominantes del sg. XIX (idealismo y positivismo). Ésta es el historicismo, cuyo principal representante es Dilthey.
            El vitalismo tiene dos principales manifestaciones. La primera de carácter científico cuyo principal portavoz es Hans Driesch, según la cual es reacción contra el mecanicismo materialista que propugna la reductibilidad de lo vivo a los procesos físico-químicos de la materia inerte. Postula la existencia necesaria de un principio vital ajeno a la materia que explica los complicados fenómenos de lo viviente. La segunda manifestación es de carácter filosófico, y es la que propiamente se llama vitalismo o filosofía de la vida. A ésta se debe que la filosofía consiguiera alejarse de las “intromisiones científicas” sobre todo de las físicas; precisamente por remarcar el carácter diferenciado de las realidades vitales no susceptibles de un tratamiento sólo matemático. También se debe al vitalismo la reacción contra el racionalismo exagerado que supuso el idealismo alemán posterior a Kant. Por estas razones exaltan los vitalistas lo siguiente:
1-     La vida como realidad radical.
2-     Ontológicamente, la vida es lo sustancial del hombre.
3-     Gnoseológicamente, conocer la realidad prescindiendo del razonamiento y utilizando la vivencia, la intuición que simpatiza con lo que quiere conocer (más que razonar sobre las cosas hay que tener experiencias vitales de ellas o con ellas).
4-     Axiológicamente (filosofía de los valores) no hay otro criterio para jerarquizar los valores, que determinan qué es lo bueno y lo malo, más que la vida.
 

EL NEOPOSITIVISMO

EL NEOPOSITIVISMO


El neopositivismo es la visión filosófica nacida del empirismo moderno en la experiencia del Círculo de Viena, cuyos miembros más representativos, durante las persecuciones antisemitas en Europa, emigraron a los Estados Unidos y a Inglaterra, donde desarrollaron sus ideas.
Es característica del neopositivismo la reducción de la filosofía al análisis del lenguaje, tomado tanto de la ciencia como de la vida común del hombre. La doble realidad del lenguaje produce las dos corrientes del neopositivismo, como filosofía del lenguaje científico y del lenguaje común. Las dos dependen del principio dogmático que Wittgenstein codificó en su Tratado lógico-filosófico, a saber, que las afirmaciones hechas sobre las realidades existentes solamente tienen sentido si se prueba su verificabilidad; la única excepción a este principio se refiere a alguna de estas afirmaciones: las enunciaciones lógico-matemáticas que no pueden verificarse, pero que gozan de veridicidad en cuanto que sus términos de base son verdaderos.
Es ésta una forma de tautología científica. De aquí la negación que hace el neopositivismo de las verdades metafísicas: no tienen ningún significado, en cuanto que no pueden someterse a ninguna verificación empírica. La corriente de la filosofía del lenguaje científico, que sigue a R. Carnap y a H. Reichenbach, desarrolla sobre todo la metodología de la ciencia cuantística, probabilista, de la física y de la matemática. En ella confluye también la lógica matemática contemporánea, sobre todo la corriente de la lógica formal, que considera los axiomas como las afirmaciones de fondo de las que la matemática puede sacar las deducciones lógicas. La otra corriente, dedicada al análisis del lenguaje común, y que sigue a Popper, Ayer y otros, considera por el contrario el lenguaje como un juego cuyas reglas intrínsecas es preciso captar debidamente (Wittgenstein).
La hermenéutica del lenguaje consiste precisamente en el uso que se hace de él. A partir de esta afirmación se deduce que, para comprender lo que el lenguaje común afirma sobre una realidad, no hay ninguna necesidad de tener en cuenta que esa realidad sea realmente existente en sentido substancial. Por consiguiente, el mundo de la experiencia queda plenamente identificado con la escala de los significados propios del lenguaje común.

EL NEORREALISMO

EL NEORREALISMO

Russell es reconocido como uno de los fundadores de la filosofía analítica, de hecho, inició diversas vías de investigación. A principios del siglo XX, junto con G. E. Moore, Russell fue responsable en gran medida de la «rebelión británica contra el idealismo», una filosofía influenciada en gran medida por Georg Hegel y su discípulo británico, F. H. Bradley. Esta rebelión tuvo repercusión 30 años después en Viena, en la llamada «rebelión en contra de la metafísica» encabezada por los positivistas lógicos. Russell estaba especialmente disgustado por la doctrina idealista de las relaciones internas, la cual mantiene que para conocer una cosa en concreto, se deben conocer antes todas sus relaciones. Russell mostró que tal postura haría del espacio, del tiempo, de la ciencia y del concepto de número algo sin sentido. Russell junto con Whitehead continuó trabajando en ese campo de la lógica.
Russell y Moore se esforzaron para eliminar las suposiciones de la filosofía que encontraron absurdas e incoherentes, para llegar a ver claridad y precisión en la argumentación por el uso exacto del lenguaje y por la división de las proposiciones filosóficas en componentes más simples. Russell, en particular, vio la lógica y la ciencia como la principal herramienta del filósofo. Por tanto, a diferencia de la mayoría de los filósofos que le precedieron a él y a sus contemporáneos, Russell no creía que hubiese un método específico para la filosofía. Él creía que la principal tarea del filósofo era clarificar las proposiciones más genéricas sobre el mundo y eliminar la confusión. En particular, quería acabar con los excesos de la metafísica. Russell adoptó los métodos de Guillermo de Ockham sobre el principio de evitar la multiplicidad de entidades para un mismo uso, la navaja de Ockham, como parte central del método de análisis y el realismo.

EL MATERIALISMO DIALECTICO

EL MATERIALISMO DIALÉCTICO

El materialismo dialéctico, como sistema filosófico, es opuesto al idealismo filosófico que concibe al espíritu como el principio de la realidad. Para el materialismo dialéctico las ideas tienen un origen físico, esto es, lo primero es la materia y la conciencia lo derivado. Como tal, el materialismo dialéctico se apoya en los datos, resultados y avances de las ciencias y su esencia se mantiene en correspondencia y vigencia con la tradicional orientación progresista del pensamiento racional científico.3 Asimismo está opuesto a la corriente filosófica del agnosticismo, pues declara la cognoscibilidad del mundo en virtud de su materialidad y de su existencia objetiva en el tiempo y en el espacio. Engels lo manifestó de esta manera: “Las formas fundamentales de todo ser son el espacio y el tiempo, y un ser concebido fuera del tiempo es tan absurdo como lo sería un ser concebido fuera del espacio”.


El materialismo dialéctico es la corriente del materialismo filosófico de acuerdo a los planteamientos originales de Friedrich Engels y Karl Marx que posteriormente fueron enriquecidos por Vladimir l. Lenin y ulteriormente sistematizados por miembros de la Academia de las Ciencias de la ex Unión Soviética. Esta corriente filosófica define la materia como el sustrato de toda realidad objetiva (fisica) y subjetiva (el pensamiento) e interacción de la misma, emancipa la primacía e independencia de la materia ante la conciencia y lo espiritual, declara la cognoscibilidad del mundo en virtud de su naturaleza material, y aplica la dialéctica - basada en las leyes dialécticas propuestas por Engels - para interpretar el mundo. El materialismo dialéctico es uno de los tres componentes -la base filosófica - del comunismo marxista-leninista. Denominado "Diamat", el materialismo dialéctico fue también la filosofía oficial de la ex Unión Soviética. 

 

FILOSOFIA CONTEMPORANEA

PASO AL MUNDO ACTUAL


  • La Gran industria representa la expansión de las antiguas empresas artesanales, para convertirse en grandes empresas fabriles, en las que se invirtieron grandes sumas de capital, se utilizaron miles de obreros y se producen artefactos de todo tipo.
  • El Gran comercio la producción de las grandes industrias desarrollo el tráfico de todo tipo de producto a escala mundial.
  • El Imperialismo económico: Es el resultante del desarrollo de la gran industria, lo que ha hecho que los países más poderosos en los campos de industria de los comercios, se impongan sobre los países que cuentan con pocos recursos para desarrollar su gran comercio.